Dorada y triunfante
En el cruce de las cinco grandes avenidas que atraviesan el enorme Tiergarten se yergue una columna coronada por una estatua dorada de la Victoria, a la que los berlineses llaman Goldelse.
El monumento conmemora las victorias de Prusia sobre Dinamarca, Austria y Francia y está adornado con cuerpos de cañones arrebatados al enemigo. Situada originalmente en lo que hoy es la Plaza de la República, la columna fue trasladada a este lugar llamado Gran Estrella junto con los monumentos a Bismarck y otros militares que dan lustre a la gloria bélica de Prusia.
En la rotonda de la base, un precioso y un poco kitsch mosaico, conmemora pomposamente la unificación del Imperio.