Trajano: Historia de la narrativa.
Al principio el hombre pintaba, pulverizando con su boca polvo de mineral, sobre su mano apoyada en la pared. Había fotografiado su mano. Después pintó acertadamente, los animales a los que daba caza.
Más tarde, se pintó a sí mismo, junto a los animales. Estaba narrando una escena de caza.
En sucesivas civilizaciones, quiso dejar constancia de su existencia, en materiales y formas, más duraderas en el tiempo y talló la roca. Había descubierto la segunda dimensión: el relieve. La historia quedaba plasmada, pero las representaciones, estáticas, no aportaban movimiento y necesitaban mucho espacio. Sabían tallar esculturas, pero no representar el día a día con ellas.