Convento De San Clemente

Il convento di San Clemente affonda le sue origini sin nel XII secolo, meritandosi il titolo di convento piú antico di Toledo. Ma detiene anche un altro primato: si dice che sia il convento dove nacque il famoso marzapane toledano. Rifacendosi a questa leggenda, da alcuni anni le suore che ancora abitano il convento hanno deciso di riportare alla luce l'antica tradizione dolciaria, preparando squisiti dolci di marzapane ancora elaborati con l'autentica ricetta medioevale. L'accesso al convento è quindi limitato al solo atrio dove si vende il marzapane, essendo il resto della struttura in pessimo stato di conservazione. Sono in corso infatti progetti per il recupero di questo importante edificio storico. Con visite guidate programmate è possibile peró visitare uno dei pati interni (il patio delle processioni) e la sala capitolare, giá restaurata. Nella sala capitolare risaltano le preziose ceramiche con cui sono rivestite le pareti, il pavimento e i due troni della madre priora e della madre badessa. Non meno interessante è il soffitto in legno a cassettoni dipinto. I lavori di restauro hanno anche scoperto degli affreschi risalenti al XII secolo (coincidenti con la fondazione del monastero) che narrano episodi del Vangelo con uno stile pittorico ancora tipicamente romanico.

El Convento de San Clemente tiene sus orígenes en principios del siglo XII, ganando el título de convento más antiguo de Toledo. Pero también tiene otro récord: se dice que es el convento donde nació el famoso mazapán de Toledo. En referencia a esta leyenda, desde hace algunos años las hermanas que todavía viven en el convento decidieron sacar a la luz la antigua tradición de confitería, la preparación de deliciosos dulces de mazapán todavía procesadas con receta auténtica medieval. Por lo tanto, el acceso al monasterio se limita a la sala donde se vende el mazapán, siendo el resto en mal estado. De hecho, hay planes para la recuperación de este edificio histórico importante. Con visitas programadas Sin embargo, se puede visitar uno de los patios interiores (el patio de las procesiones) y la sala capitular, ya restaurada. En la sala capitular se destacan cerámicas preciosas con las que se cubrían las paredes, el piso y los dos tronos de la madre priora y la madre abadesa. No menos interesante es la pintura de artesonado de madera. Los trabajos de restauración han descubierto también los frescos que datan del siglo XII (coincidiendo con la fundación del monasterio) que narran episodios del Evangelio con un estilo pictórico sigue siendo típicamente románica.