Dónde vamos Eva
Panteón de Cervantes
Calle Lope de Vega, el dato no sería curioso si no fuera porque en la calle que lleva su nombre se encuentra el convento donde está enterrado su "archienemigo" Cervantes. Después callejeando por este incrible barrio de las letras descubres que la calle donde vivió Lope de Vega, se llama, tachánnn, de Cervantes. Osea, el mundo alreves!
Es como un galimatias que a algún "graciosillo" de nuestros días se le ocurrió para perpetuar esta eterna enemistad de dos de nuestros más ingeniosos y afamados escritores ;-). Curiosidades como esta son las que descubres y hacen que a veces sonrias o imagines a tanto literato suelto por este barrio, pluma en mano, desencadenando una de sus famosas luchas literarias, y no tan literarias...
El Convento de las Trinitarias ha pasado desapercibido para mi durante muchos años, ya que conocía solo la austera y gris fachada que da a la Calle Huertas. Hoy, mientas camino sin prisas y sin destino fijo por este fascinante barrio, un destello de sol, iluminando una preciosa torra barroca se contrapone al grisáceo muro y ha despertado, como no, mi insaciable curiosidad. He seguido hasta la costanilla y he girado a la izquierda, y de repente, es como si una mano invisible me transportara en el tiempo al Madrid del Siglo de oro.
Una chulada la calle de Lope de Vega, contrastes de colores en las fachadas, tiendas cool, tabernas, arbolitos, peatonal, pero sobre todo, un magnífico y austero edificio que contiene los restos mortales de Cervantes, su esposa y una de las hijas de Lope de Vega, la cual por cierto, fue también una reconocida prosista de su época.
Una y mil anécdotas se suceden en esta calle y en este convento, donde las hijas de dos grandes y reconocidos rivales acabaron siendo monjas. Donde uno obtuvo sepultura y otro paseó su cortejo fúnebre a petición de su hija.
Del convento y su iglesia destacan algunos elementos barrocos y sobre todo una austeridad casi irreconocible en los templos de esta envergadura. El conjunto fue declarado Monumento Nacional en 1921.
He quedada hechizada con esta calle y su fotogenia, pero sobre todo he alucinado porque no sé las veces, que a lo largo de mi vida he pateado Huertas, y nunca, nunca, había disfrutado de su calle pararlela que alberga bellos y escondidos secretos!. Es lo que tiene ser, la calle del Fenix de los ingenios!!!
Absolutamente imprescindible pasear por aquí!
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