Convento y Santuario de Nuestra Señora del Milagro

Y es que el palacio cedió parte de su espacio a este convento que alberga una iglesia de reducidas dimensiones, con una nave única y capillas entre contrafuertes.
La decoración de la capilla mayor y del resto de la iglesia, corresponde al estilo barroco valenciano de finales del siglo XVII y principios del XVIII.

Aquí gustaban mucho los estucos imitando el mármol y la profusión de dorados.
En la nave y las dos capillas que se abren a ella hay obras de Paolo de Mattei que fueron encargadas por el conde D. Francisco de Benavides, y que luego fueron donadas al convento en 1697.

Un bello pueblo en el que disfrutar tanto de la naturaleza como de la gastronomía como de la historia.