Un paisaje magnífico
Las Cooley Mountains se alzan sobre la localidad de Carlingford, atrapándola entre ellas y el mar. En este pueblo hay una salida al sendero de Táin, un circuito de 40 km que recorre la península de Cooley a través de los montes del mismo nombre.
En nuestro caso optamos por coger la carretera que también las atraviesa, para volver en dirección a Dublín.
Merece mucho la pena esta ruta, si el tiempo acompaña (si hay niebla, de poco os va a servir). Tuvimos suerte, ya que esa tarde el cielo se despejó y las nubes de las cumbres levantaron... Nos encontramos con una mezcla de bosques de coníferas y de prados llenos de flores silvestres, predominando el color rosa hasta el punto de que en determinadas zonas la montaña parecía una montaña... eso, rosa! :)
Un paisaje precioso, y que seguramente recorriéndolo a pie o en bicicleta, lo sea aún más (en Carlingford hay una oficina de información donde os darán los detalles al respecto).
