Una auténtica joya escondida
La iglesia copta de Santa Elena es una de las muchas joyas escondidas de Jerusalén, un rincón poco visitado por los turistas pero que esconde un secreto increíble detrás de sus puertas.
La iglesia se encuentra en el recinto del Patriarcado Copto, ubicado básicamente en el techo del Santo Sepulcro (para llegar, sube por la rampa que sale desde el zoco en la calle Habad). El patriarcado y su monasterio, el de San Antonio, son básicamente imposibles de visitar, pero al final del pasillo te encuentras una puerta que da acceso a la iglesia de Santa Elena.
La iglesia en sí, como la mayoría de las iglesias en Jerusalén, está decorada de forma simple y humilde, aunque es bastante interesante si no estás familiarizado con la iconografía copta. Sin embargo, la parte más chula no está ubicada en la iglesia, sino debajo de ella.