A veces tenemos que acercarnos a...
A veces tenemos que acercarnos a lugares que nos muestran la visión menos amable de las personas. En esta ocasión, la historia de Cork nos lleva a su antigua cárcel.
Antes de llegar allí, en la misma Sunday’s Well Road nos encontramos con la escuela de música de la universidad de Cork (UCC). Deteneos un minuto para disfrutar desde esa altura de la vista de la ciudad. Cuando estás abajo, en el city centre, piensas con facilidad que no es un lugar excesivamente grande. Pero yo me sorprendí cuando pude ver una parte de la distancia que abarca Cork. ¡Realmente es más grande de lo que parece!
El recorrido de la cárcel nos lleva por el despacho del director de la prisión y por las celdas del ala oeste. Durante la visita vimos la vida de la cárcel representada a través de numerosas figuras de cera. Desde los funcionarios con cara de pocos amigos vigilando la entrada hasta los prisioneros encerrados. Podemos ver las condiciones en las que vivían y tratar de comprender el funcionamiento del lugar.