Recuerdos del esplendor minero
Restos de cortas, infraestructuras mineras y edificios o barrios de aire victoriano forman parte del patrimonio industrial, de la identidad de Huelva y de la historia más reciente de la provincia. Para conocerlo, nada como recorrer la Cuenca Minera de Riotinto, o las comarcas del Andévalo y la Sierra de Aracena. Descubriremos espectaculares paisajes moldeados por la actividad industrial.
Una de las muchas minas de la provincia es la de San Telmo, con acceso desde la carretera H-120 desde Valdelamusa. Un sendero señalizado de algo más de dos km de longitud (ida y vuelta) nos permitirá conocer desde sus diferentes miradores y zonas de descanso, el espectacular paisaje de la corta de Santa Bárbara, ya inundada. La corta tiene 580 metros de largo, unos 200 de ancho, y más 400 de profundidad todo lleno de aguas de color rojo, teñidas de pirita.
Esta mina, trabajada desde la prehistoria, contiene una de las piritas con más ley de la zona. Su explotación más reciente, desde 1854 hasta 1992, pasó también por manos británicas y españolas utilizando métodos de extracción del mineral tanto a cielo abierto, como a contramina mediante pozos y galerías.
Aún se puede observar, al otro lado de la corta de Santa Bárbara, las antiguas instalaciones de la mina, donde destaca el malacate por donde se accedía al pozo maestro de Don Alfonso. Curiosamente, esta infraestructura era aquí utilizada no solo para la salida de mineral, sino también como transporte de mineros a la galería.


