Pedro Rodriguez
Como en casa
Unas vistas inigualables, comida casera riquisima, el personal respetuoso y muy agradable, nos invitaron al café y a unos chupitos de aguardiente casera del Barco de Valdeorras, música ambiental. Una buena experiencia, nos quedamos allí de sobremesa hasta las 5 de la tarde. Volveremos!!!