Navegando en el barco de Paco
El gran río, se hizo hueco entre la roca. Miles de años, el agua y la erosión hicieron el trabajo.
De este curso hundido, de esta zona difícil, alejada y mal olvidada, escaparon los humanos buscando otros lugares con más recursos a eso que hemos llamado la modernidad. Hace varias décadas muchos miles de estos humanos volvieron para construir grandes presas para amansar sus aguas, para dar luz a esa modernidad y suculentos dividendos a sus dueños. Hoy la dueña del Rio Duero en su tramo internacional, ha sido la naturaleza. Bella, cambiante, por veces implaclable, rutinaria con los ciclos de la vida y el ritmo de su geología.