Crucero Por El Rhin

Este mini-crucero no llega a durar 120 minutos, lo mejor es llegar a Rüdesheim y esperar un barco que suba hacia el norte. Es un tramo del valle que la UNESCO declaró patrimonio de la humanidad. Viñedos y localidades pintorescas, majestuosos castillos medievales se suceden sin cesar, la mayoría reconvertidos en lujosos hoteles. Se pasa el peñón de Loreley, objeto de una curiosa leyenda y de una famosa canción.
Es una preciosidad subir en teleférico a la cumbre del Niederwald, a 225 metros sobre el río, allí se erigió entre 1877 y 1883 un grandioso monumento que debería simbolizar el restablecimiento de la unidad de Alemania.

Hicimos un pequeño crucero por el Rin, por lo menos así lo contratamos. Realmente era un barco con la labor de un autobús, metro, tren...., vamos que si que íbamos por el río pero paraba en cada pueblo o estación para que la gente bajase o subiese del barco, utilizándolo como medio de trasporte.
Aparte de esto, los paisajes son espectaculares. Son montañas con mucho verde y salpicadas sobre las montañas se van viendo casas, bueno mansiones situadas en sitios idílicos.

Por 7€ (ida y vuelta) puedes subir a la cima y disfrutar de unas vistas absolutamente espectaculares del Rhin. si tienes vértigo, puedes subir en coche o caminando. Una vez arriba, hay rutas senderistas marcadas. Robles imponentes rodeados de vegetación exuberante. Realmente precioso.

Heidelberg es el típico pueblito alemán, a un lado del río Rhin, el cual posee un espectacular puente de piedra. La vista es linda, con casitas que alguna vez fueron mansiones y un castillo que apenas sobrevive después de que le cayera un rayo y le pasaran varias tragedias. Tiene una iglesia protestante y una católica, ambas muy lindas, y una calle principal llena de tiendas y souvenirs alemanes, así como cafés y restaurantes, la puedes caminar libremente pues es peatonal. Es un lugar pintoresco.