En esta cuesta, en un extremo del casco viejo de Pamplona, es donde empiezan los encierros de San Fermín, justo debajo del pequeño santo que hay incrustado en la pared.
La calle es muy estrecha y con bastante cuesta, siendo un inicio difícil para los encierros. Al lado se encuentra una pequeña iglesia, y en la parte más baja de la cuesta se termina la zona vieja de Pamplona, teniendo amplias vistas al valle.
Es en esta calle es donde aguardan los toros el lanzamiento del cohete, para correr el encierro. En la televisión no se aprecia tan bien lo pronunciada y estrecha que es la calle. ¡Qué valientes los que son capaces de ponerse delante de un toro!
Parada indiscutible si te gustaría conocer los rincones de los San Fermines.
Siempre que paso me acuerdo del encierro y sonrío al recordar uno muy singular. Para los que no querían acabar las fiestas, acudir a las 8 y correr delante del autobús, del camión del reparto matinal, o incluso del coche de los municipales como si se tratasen de toros.
