Cueva de Ardales

Una gran experiencia, nada que ver con otras cuevas mucho más “comerciales” .Se trata de una cavidad de grandes dimensiones que conserva en su interior varios centenares de pinturas y grabados paleolíticos (30.000 – 8.000 años antes del presente), entre los que destacan las pinturas de manos aerografiadas en negativo, los dibujos de animales (caballos, ciervas, cabras, peces, etc.), y las figuras de mujeres, muy raras en el arte paleolítico ibérico. Además, la cueva de Ardales conserva varios enterramientos humanos de gran interés antropológico. El número de visitantes diarios está regulado y el

Esta tiene un encanto distinto, ves pinturas grabados y restos del paleolítico. Muy, muy recomendable, y el guía muy amable y atento con los niños.