El paraíso bajo tierra. Andrew el ...
El paraíso bajo tierra.
Andrew el hijo de Anne y Phillip Woodward, licenciado en Geología, hace de guía. A veces también lo hace Phillip. Y es que la cueva de Nikau, es la principal joya de la corona de los Woodward.
Imagínese poder ser espeleólogo por unas horas, sin prisas, sin riesgos, con un geólogo como guía, entre millones, si si, millones de estalactitas y estalagmitas. Los primeros 15 minutos del recorrido uno los realiza deslizándose por grietas, gateando por túneles de no mas de medio metro de altura (no apto para personas de gran tamaño ni para aquellos que sufran de claustrofobia), y con la admiración de ver como Andrew es capaz de pasearse por esos túneles sin ni siquiera encender su linterna. La segunda parte, empieza a mostrar los miles y miles de formaciones milenarias que la piedra caliza ha ido realizando. El espectáculo es sobrecogedor y a uno pronto se le terminan los adjetivos. La tercera parte, cuando uno ya no sale de su asombro y piensa que ya ha visto lo mas de lo mas, tiene reservada las mejores sorpresas. El Gran Finale. Lo primero, el gran hall de 20 metros de altura, que una vez apagadas la linternas, muestra la galaxia bajo tierra. Las miles de estalactitas que invaden el techo y las paredes, ofrecen un espectáculo único. El cielo existe también bajo tierra, y uno puede incluso divisar-imaginar constelaciones. Es verdaderamente increíble. Después las mas variopintas formaciones de piedra caliza van mostrándose una tras otra. Bosques de estalactitas, columnas, formaciones que desafían cualquier ley física, un espectáculo impagable. Un autentico tesoro.