Vivir como Nativo
Aunque no es para cualquiera, el curso de supervivencia en la jungla que hice en el Amazonas, fue una experiencia única que me demostró lo lejos que estamos del contacto con la naturaleza y lo dependientes que somos de los productos procesados, teniendo muchas veces comida y bebida a nuestro alcance que no sabemos utilizar.
De eso trataba el curso que recibimos durante todo un día, que iba desde como construir un pequeño alojamiento para poder dormir aislados al máximo de la miríada de animales que pululan por la junglas, hasta como obtener agua limpia y fresca de plantas, mucho mejor que la que se encuentra en el suelo, que suele estar llena de bacterias, pasando por la obtención de distintos alimentos nutritivos para asegurar nuestra supervivencia en la jungla.
Entre otros, comimos unos gusanos de unos 2 centímetros, blancos como la leche, que comes casi vivos, ya que con dos dedos aprietas el extremos de la cabeza, y sacas una especie de crema blanca que, lo juro, sabe parecido al coco y es pura proteína.
La última parte del curso fue la de identificar algunas de las miles de medicinas naturales que encontramos en la jungla, desde un planta que soltaba un líquido que era un desinfectante y cicatrizante natural, hasta otra que era un antidiarreico, muy importante en climas tropicales donde es muy fácil deshidratarse, pasando por un protector solar y de piel que, eso sí, olía a rayos.