Setas de yeso y calcio en el desierto.
El Desierto Blanco de Egipto es un Parque Natural Patrimonio de la Humanidad. Se encuentra como a mitad de camino entre el Cairo y el oasis de Bahariya. Y constituye la primera o la última parada en la excursión hacia o desde Bawiti (mejor contratar en Bawiti).
La característica de este desierto es la presencia de piedra calcárea, que cubre y se mezcla con fina arena, pero también forma rocas, de un blanco impoluto, a las que el viento esculpe en curiosas formas. Las más famosas son las "setas", alguna de las cuales han desplomado su cumbre por el peso que supone para el "tallo".
Se suele hacer noche de acampada en este desierto, acampada al raso. Los beduinos montan una medio-haima aprovechando un lateral del 4x4. Podremos disfrutar de un pollo asado en la arena, para cenar, y de música folclórica (si hay suerte), pero también de la barbaridad de estrellas, un magnifico anochecer que pinta de mil colores las rocas, y un espectacular amanecer.