Una experiencia que nunca nadie que vaya a Jordania debe perderse, el color de la arena cambia dependiendo el sol, a primera hora de la mañana, justo después de amanecer, es rojo fuerte y va volviendose anaranjado conforme pasa la mañana. Un amanecer en el desierto es casi tan expectacular como ver por la noche las miles de estrellas encima de tu cabeza, sin nada que las tape, ninguna influencia lumínica que tape todo su esplendor.
El desierto de Wadi Rum en Jordania es un lugar bastante especial con unos paisajes increibles.
El primer vídeo es para olvidarte de todo durante un minuto.
La mejor manera de evadirse de la rutina, eso si, un consejo: ponlo a pantalla completa.
Las palabras sobran.
El Segundo es un recorrido de 4 horas resumido en un vídeo de menos de 3 minutos. Un vídeo hipnótico con el que recorrer este precioso desierto.
Más de 250 kilómetros de desierto tuvimos que recorrer desde el Mar muerto hasta llegar a Petra, de regreso, cuando decidimos visitar el Desierto Rojo, no imaginaba que pudiera haber tanta diferencia de color entre los pedregales y dunas que habíamos dejado atrás y lo que nos encontramos al llegar a nuestro destino. Es un lugar con un encanto muy especial, los beduinos que nos atendieron muy comunicativos todos y los rincones que pudimos visitar sin duda nos dejaron huella. Me chocó que un guía (para turistas españoles), nos preguntara a qué excursión pertenecíamos.
Cuando le dijimos que habíamos llegado hasta allí en autocaravana se extraño mucho y afirmó que en 25 años, era aquella la primera vez que veía que dos matrimonios llegaran hasta allí por su cuenta.
Una de las razones por las que no debes dejar de visitar Jordania es el desierto de Wadi Rum. No es un desierto cualquiera y, seguramente, su especialidad se debe al color rojo de su arena y a las enormes montañas que lo rodea. Ciertamente, me recordaba bastante al Cañón del Colorado.
Lo habitual por allí es alquilar un 4x4 y que los beduínos te lleven a dar una vuelta por el desierto. Merece la pena absolutamente hacerlo. Hay varios recorridos que dependen del tiempo. Entre 30 y 50 euros. Otra opción es dormir allí, pero suele ser un espectáculo demasiado orientado al turista y menos atractivo.
El desierto de Wadi Rum, que también se le conoce como Valle de la Luna, es para mi un sitio muy especial y el que no hay que perderse si se visita Jordania. La arena le da un color rojizo muy bonito y en sus piedras, las antiguas culturas que pasaron por allí, han dejado petroglifos. Lawrence de Arabia lo hizo famoso y en la actualidad tiene una zona protegida que ha sido declarada patrimonio de la humanidad. Allí se practica el eco-turismo y si quieres puedes dormir en los lugares que los beduinos tienen habilitados para ello y ver las estrellas sin ningun tipo de contaminación lumínica.
Como
El desierto de Wadi Rum también se le conoce como Uadi Rum o Valle de la Luna. Es un desierto, de los más bonitos e imponentes en los que he estado, de arena roja y de grandes montañas de piedra.
Recorrer kilómetros de él en Jeep persiguiendo el atardecer al horizonte, para poder llegar a una del estas colinas de piedra y arena y poder fotografiar los últimos rayos del sol, es mágico.
En cuanto oscurece las estrellas salen y alumbran el desierto con su resplandor tan brillante que no es necesario tener que usar linterna para ver de noche. De noche esa arena roja toma un color berenjena único, bordeado de un cielo azul cobalto.
