margsand
Bazaar Popular
Nada a extrañar de aquellos mercados en España, donde las pequeñas poblaciones aprovechas la fiesta mayor para generar actividades comerciales y lúdicas, convirtiendo el espacio público en un lugar de encuentro, es lo que sentí cuando estuvimos el pasado otoño en el Festival de Duluth.
Muchas empresas de la zona, desde multinacionales a negocios familiares, daban a conocer su trabajo, repartían trípticos y algunos hasta regalitos con su marca, dependiendo de la actividad q desempeñaban.
También grupos de artesanos, compartían sus obras y aprovecharon el lugar para hacer una misa campal, frente a las instalaciones del ayuntamiento.
Aunque el centro de Duluth son unas pocas calles, los edificios institucionales marcan un estilo prominente y se valoran los parques y la actividad aledaña.
Fuimos en plan curiosos, pero al final mi hijo gozó con las atracciones mecáanicas que se montaron en el lugar, y pasamos un par de horas en familia muy agradables, reconociendo el lugar, sus costumbres y sus gentes.
Este tipo de encuentros te hacen acercar mas al lugar que visitas y entiendes mejor su entorno, un bazaar popular con encuentro humano.
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