Lo mejor de las ruinas de Dzibichaltún, ...
Lo mejor de las ruinas de Dzibichaltún, a pesar de todo, es el baño en el cenote Xlacah. Después del largo paseo bajo el abrasador sol tropical, un buen chapuzón en un pozo natural de aguas cristalinas es el mejor antídoto para el calor. Una vez fuera del recinto andamos un kilómetro hasta una pequeña carretera, allí nos tumbamos en el suelo tomando el sol y esperando que pasara algún tipo de transporte público. Durante media hora sólo pasaron pequeñas motos y bicicletas, hasta que por fin nos recogió una pequeña furgoneta que nos llevó hasta la carretera principal donde nos dejó debido a que ellos continuaban hacia el sur, camino de Mérida.
Su importancia es astronómica, y no me refiero en cuanto a grandeza sino como dice la palabra, astronómicamente hablando. La posición de las ruinas del llamado templo de las siete muñecas es matemáticamente perfecta. Su orientación permite que atraviesen por sus puertas y ventanas haces de luces en fechas señaladas como equinoccios y solsticios, una verdadera máquina astronómica. Pero lo mejor de las ruinas, a pesar de todo, es el baño en el cenote Xlacah.