Un montón de vinos exquisitos y cervezas artesanas seleccionadas.
Muy muy interesante la propuesta de este restaurante, en la que los maridajes entre bebidas y comida están estrechamente unidas. Nosotros probamos un menú degustación y cada plato (muy de cocina mediterránea y muy centrado en la gastronomía típica malagueña) venía acompañado con un vino de la zona, de tal manera que la experiencia fue bastante cambiante durante toda la cena. Me encantó el detalle de añadir a gusto parte de la copa de vino a los platos para hacer el mismo efecto que se hacía antiguamente cuando no había sal.
De cualquier manera una cocina super cuidada.