Roberto Gonzalez
Muy sencilla y variada
Yo creo que es costumbre común en España, eso de salir a comer los domingos fuera, por eso de reunir a la familia, y mucho más donde las condiciones, sobre todo invernales son más benignas.
Y si de benigno hablamos, debemos hacerlo del microclima único del que goza la zona donde se ubica este restaurante, Tejina, una pequeña población de Tenerife, perteneciente al municipio de La Laguna y que junto con Tegueste y Punta del Hidalgo son considerados como los lugares de mejor clima de la isla.
Pues en la misma carretera que conecta los tres puntos, encontramos este restaurante familiar que se ubica en una casa donde las habitaciones se han transformado en pequeños reservados que dan un ambiente más casero si cabe.
Y casera es el tipo de comida que se sirve en el local, muy basada en los tradicionales platos canarios que combinan sabores suaves e ingredientes básicos.
Así podemos encontrar las muy canarias papas con carne, croquetas de bacalao, costillas con papas y mojo de cilantro, pollo frito, escaldón de gofio canario, pescados fritos y a la plancha, alternados con propuestas menos tradicionales como la ensalada de col, queso y piña, u otras opciones en la carta.
Los platos se quedan en un "correcto", algunos con un aprobado muy raspado, ya que hay cosas que, teniendo en cuenta la sencillez de la cocina canaria, no pueden pasarse por alto, como unas papas que llegan duras a la mesa, una carne de costillas chiclosa o un pollo frito sin apenas gracia.
Por lo menos, el punto dulce arregla un poco el mal sabor de boca, con una estupenda tarta de papaya, un sabroso quesillo o una espuma de limón pasable.
Los precios están un poco por encima de la calidad de la comida ofrecida, y recomiendo una estabilización urgente.
El local tiene rincones muy curiosos y que evocan recuerdos muy canarios.
Así podemos encontrar las muy canarias papas con carne, croquetas de bacalao, costillas con papas y mojo de cilantro, pollo frito, escaldón de gofio canario, pescados fritos y a la plancha, alternados con propuestas menos tradicionales como la ensalada de col, queso y piña, u otras opciones en la carta.
Los platos se quedan en un "correcto", algunos con un aprobado muy raspado, ya que hay cosas que, teniendo en cuenta la sencillez de la cocina canaria, no pueden pasarse por alto, como unas papas que llegan duras a la mesa, una carne de costillas chiclosa o un pollo frito sin apenas gracia.
Por lo menos, el punto dulce arregla un poco el mal sabor de boca, con una estupenda tarta de papaya, un sabroso quesillo o una espuma de limón pasable.
Los precios están un poco por encima de la calidad de la comida ofrecida, y recomiendo una estabilización urgente.
El local tiene rincones muy curiosos y que evocan recuerdos muy canarios.
Leer más



+14