Atardecer en el Cuerno de Oro
Este es uno de esos rincones del Mundo que más me ha impactado. Estoy en Estambul al atardecer, a los pies del Puente Gálata en pleno Cuerno de Oro. Las luces de la ciudad comienzan a encenderse, el canto de los muecines resuena por la ciudad y la animación y el tráfico de gente, barcos y vehículos colpasa la ciudad.
El puerto es un hervidero de gente que viene y va, que llena barcos y trasbordadores y que mientras espera decide tomarse un bocadillo de caballa hecho en las barcas flotantes del puerto. Son barcas-cocina iluminadas como una feria que se agitan con el balanceo de las olas y de las que sale un humo infernal con olor a pescado.