Una mala experiencia.
Estábamos de camino a casa y faltaban muchos kilómetros. Decidimos parar en El Frasno porque vimos la torre de la iglesia que era muy bonita. Paramos en la Plaza de la Constitución y quisimos tomar un refresco en el bar Manolo. Nos sirvieron una cocacola con manchas de óxido. El camarero, al decírselo, la limpió y nos la devolvió. Después pedimos un paquete de patatas y nos dimos cuenta que llevaba 3 meses caducada. Cuando se lo dijimos al camarero se río y además nos la cobró. Me parece que esto es una mala prensa para el pueblo.