Estaciones de película
Hay que reconocer que el metro de Moscú es de los más curiosos que he visitado. Desde el comienzo ya es interesante, cuando uno introduce una especie de moneda para pasar los tornos entre la aparente frialdad de los transeúntes rusos.
En ocasiones, las estaciones son amplias, frías y con interminables escaleras mecánicas que comunican con estaciones que fueron antiguos bunkers durante la guerra. Otras estaciones, sorprenden por ser museos en miniatura, con esculturas de bronce, lámparas y techos que parecen palacios y la figura de Lenin presente en la mayoría de ellas.
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