Piedra y agua
Como decía aquel libro de un famoso escritor brasileño "A orillas del río Piedra me senté y lloré", en nuestro caso, más que sentarnos a llorar, nos hemos dejado llevar por el trazado de este bellísimo curso fluvial que recorre parte de la provincia de Zaragoza y que debido a sus características, ha ido moldeando cañones, cascadas, grutas, y un largo etcétera de "accidentes" geográficos que tienen su culminación en el Parque Natural del Monasterio de Piedra.
Dicen que sus aguas tenían la popriedad de petrificar cualquier madero, esculpiendo bellas e increíbles figuras, de ahí su nombre.