Cuando la excursión comienza en el mar
El Parque Abel Tasman es de obligada visita cuando estamos en la Isla Norte, y si encima lo dejamos para el final, el sabor que nos deja en la boca es doblemente dulce.
Realmente hay dos maneras de llegar hasta él: por tierra, gracias a una carretera que lleva a los límites del territorio u otra más amena y diferente, por mar. Nosotros elegimos ésta última, y he de decir que acertamos de pleno. Para ello escogimos una de las varias empresas que hacen recorridos por la costa y que tienen su sede en Keiteriteri, frente a la playa del pueblecito de casas de bastante alto standing.
Por unos 40 euros ( qué más da, estamos de vacaciones) nos lleva desde la arena de la playa hasta Medlands Beach, parando en varios puntos que son indispensables y que sólo pueden visitarse por mar, como la Split Apple Rock, una roca en forma de manzana partida a la mitad, una colonia de focas y aves marinas, 5 preciosas playas de arena dorada, o las cuevas semisumergidas de Pitt Head.
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