Cuando estuvimos en Atenas nos...
Cuando estuvimos en Atenas nos recomendaron algunas personas acercarnos hasta el Cabo Sounion, a ver la puesta de sol. La verdad es que nos daba pereza, porqué era perder una tarde, y pegarnos una paliza en bus de hora y media de ir, y hora y media de volver. El Cabo Sounion está a unos 65 kms de Atenas. Pero bueno, el Bus va pasando por la costa del golfo sarónico, viendo los pueblos donde veranean los atenienses.
Al final nos decidimos, y no nos arrepentimos. El sitio es increíble. El autobús te deja muy cerca de la entrada del templo y allí hay un restaurante, y una tienda de souvenirs.
Cogimos desde plaka el autobús número 85, naranja, que va por la costa, y nos costó 5 euros de ida, y 5 de vuelta.
Nos indicó y bajando toda la colina, por un camino, cercano al templo, llegamos a una mini cala, de arena gordita, con el agua más transparente que he visto nunca.
Eso sí, suerte que llevabamos escarpines, pq para entrar era complicado. El agua estaba a muy buena temperatura y no había nadie. En las rocas ponía que era nudista pero estabámos solo, aunque en otras mini calas cercanas si que se oía gente.
Después del bañito, el sol iba bajando y entramos en el Templo. La entrada vale 4 euros, si no eres estudiante.
Fue construido alrededor del 460 a. C. Y es de estilo dórico, y está situado a unos 60 m del mar. Las columnas que quedan en pie, miden más de 6 metros. Pero lo más imponente del templo son las vistas del Egeo, y ver una puesta de sol desde allí no tiene precio.
Las piedras van cambiando de color conforme el sol va poniéndose, desde el amarillo brillante hasta el rosado suave. La luz parece irreal, como si estuvieras viendo una película con la luz ya tratada.
Para volver, el último autobús en Septiembre era a las 8:30, justo después de cerrar las ruinas.
El viaje de vuelta se hace un poco pesado, pero lo aprovechamos para pegar una cabezadita.


