Efecto Infinito
¿Alguna vez has tenido un sueño donde parece que no te vas a despertar, que te vas a quedar atrapado en él? Pues esta es la sensación que produce la escalera helicoidal que se sitúa al final de la visita de los museos Vaticanos, donde no se vislumbra el final desde arriba por su efecto óptico.
Esta escalera es obra de Donato d’Angelo Bramante, que ha pasado a la posteridad como Bramante y el efecto “infinito” lo consigue gracias a la doble hélice enrollada hacia la derecha. En realidad, cuando nos asomamos a la escalera, si nos fijamos, vemos que en realidad no es una sóla escalera, sino dos enroscadas. Una de ellas es para bajar y otra para subir.