Antoine D'Audigier
Separada del mundo
Al fondo del parque, duerme una mujer. Por un lado, con rasgos imprecisos a causa del sueño, guiada por la firme voluntad de no levantarse, ella sube la manta hasta su rostro.No son cosas precisas más que aquello que gravita a menos de un metro de la carita de la mujer. Más lejos, las formas son menos precisas, como si fueran menos reales. Además, a la altura de sus piernas, nos enfrentamos a una ruptura, quizás se trata de la frontera de lo onírico. La mujer no está aún dispuesta a retirar sus pies del reino de los sueños.