Dónde vamos Eva
Homenaje a los maestros pintores
Quizás es la "hermana pobre" de las diferentes estatuas que rodean al Museo del Prado y sus jardines, pero no por ello deja de ser bella.
Su sencillez y el desconocimiento que se tiene de su autor: Julio López Hernández, hacen que pocos se fijen en ella, pero esta obra encaja perfectamente en el conjunto del museo y alrededores. Pero sobre todo encanja perfectamente con la sobrecogedora imagen de la Iglesia de los Jerónimos a su espalda.
La amplia explanada de césped que se situa en la entrada general al museo hace de esta parte uno de los lugares ideales para refrescarse, descansar o sentarse a planificar la visita a la famosa pinacoteca ;-).
A mi siempre me ha parecido un rincón sublime, la imagen de un pintor cualquiera, desconocido, con sus aparejos como preparado a instalarse en este lugar y pintar la magneficéncia de un lugar donde no hay ni un solo cuadro suyo. Además es tremendamente fotogénica y su título nos traslada a una cierta melancolía.
Bello rincón en uno de los más maravillosos lugares de Madrid!
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