Montse Ferrer
Subterráneo sorprendente en una zapatería
Desde 1861 existe una zapatería con un sótano diferente. Abierta por el abuelo del bisabuelo del actual propietario en 1861, durante la guerra sirvió de refugio y posteriormente de almacén de la zapatería. El requetenieto, Joan Falgarona, rehabilitó el espacio en 2007, le quitó las humedades y descubrió que la bóveda era de ladrillo macizo. Acto seguido, iluminó, pintó, restauró y bautizó el subterráneo: Espai Aljub donde la palabra de origen árabe (aljibe) habla de una especie de cueva natural donde se guardaba el agua de la lluvia. De hecho bajo la escalera que baja hacia el Aljub también hay un pozo, que está cubierto.
Para acceder al Espacio Aljub se debe cruzar la moderna zapatería y acercarse hasta un rincón desapercibido. Y es allí donde comienza una estrecha escalera de piedra que lleva al sótano de bóveda catalana y donde empieza la retina a alimentarse.
Periódicamente, se realizan exposiciones de cerámica, pintura, conciertos, performances,
presentaciones de libros como "La historia de Datrebil", de cortos (como en el pasado
Ingrávid) y, desde hace tres años por Navidad (este año hasta el 5 de enero), mercado de artistas desde 1 € con obra alternativa, pintura, ropa, accesorios de moda y complementos para el hogar. Y se le añaden conciertos:el próximo 23 de diciembre de los Hot Penguins y el 5 de enero de Tom Hagan.
La hija de Joan, Alba, una ilustradora de talento, colabora en la dirección y organización de los eventos y el próximo evento tras el mercado de Navidad, será la exposición de Carlos Piera (a partir de la segunda semana de febrero).
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