Con una furgoneta y apretujado entre...
Con una furgoneta y apretujado entre casi 10 pasajeros, llegué a Nhon Khiao una mañana en donde nos llovió, nos hizo aire y nos apretó el sol en tan solo unas 4 horas de camino, que es lo que se necesita desde Luang Prabang para llegar aquí, uno de los paisajes más auténticos y bonitos donde nunca he estado. Lo cierto es que todo en este magnífico país se merece el calificativo de hermoso, ya que lo mires por donde lo mires es así. Aquí, en este simple apeadero de bus, donde también hay una "parada de barquitas", que días más tarde utilizaría para ir hasta otro poblado, comprendí que los días que me esperaban perdidos por entre la selva, buscando poblados aquí y poblados allá pasaría, como así fue, uno de los meses más increíbles de mi vida.