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En el puente de la Inmaculada hemos...
En el puente de la Inmaculada hemos estado visitando el Alentejo, y nos hemos hospedado cuatro noches en este hotel, la relación calidad/precio es bastante buena.
Como todos sabéis, adoro Portugal, pero soy la primera en reconocer, que es un destino bastante aburrido, sobre todo porque a partir de las 22:00 horas no hay casi ningún lugar abierto, y las opciones de ocio son reducidas en esa franja horaria, especialmente en invierno, y en particular en las ciudades pequeñas. Cuando prepare esta escapada, tras conocer el pronóstico del tiempo: Lluvia, niebla, chubascos, etc., decidí reservar este hotel, que aunque está alejado del centro, tiene actividades.
No lo recomiendo si no vais con coche, porque la distancia, hasta el centro histórico es de 4 kilómetros, doy fe de ello.
Tiene 170 habitaciones, pero al estar distribuidas en sólo tres pisos, el hotel parece aún más grande de lo que es. No tuvimos problemas para aparcar, ya que el aparcamiento es bastante grande, aunque supongo que en verano será algo más complicado al haber mayor afluencia de turistas.
Aunque nos dijeron que hasta las 14:00 h., no estaría la habitación, nos presentamos allí, a las 12;00 y el recepcionista nos ofreció cambiar de habitación y darnos una que ya estaba arreglada, asegurándonos que era idéntica a la que teníamos asignada en un principio, lo cual me pareció un buen detalle, ya que otros lugares nos han hecho esperar hasta la hora correspondiente, por no complicarse la vida, a pesar de tener habitaciones libres.
Al subir al segundo piso y comenzar a buscar nuestra habitación que era justo la del final del pasillo, creí que en cualquier momento saldría Jack Nicolson, hacha en mano, persiguiéndonos como su personaje en “El Resplandor, seguramente fue un momento de locura transitoria, tras observar durante tantos metros el horrible dibujo de la moqueta, je. , je.,
La habitación en un principio nos causó bastante buena impresión, dos camas twin, minibar, secador de pelo, tele de plasma, un silloncito de orejas muy cómodo, armario amplio, y el baño anticuado, aunque muy limpio. Esa buena impresión se fue desvaneciendo a lo largo de las horas. El ruido del climatizador era insoportable, por lo cual preferías pasar algo de frio a estar con ese “soniquete, además cuando sales de la habitación, al tener llave magnética se apaga el circuito eléctrico, por lo que cuando volvíamos de la piscina, nos moríamos de frio cuando salíamos de la ducha.
Otro punto negativo es la iluminación, la luz intima está bastante bien, pero solo para un ratito, después si quieres leer un rato antes de acostarte, es misión imposible, ya que la luz es demasiado tenue, todas las lámparas son con pantallas, y claro no es plan ponerte a desarmarlas en plan bricomanía, cuando el de al lado está durmiendo.
El ruido ha sido el elemento constante, al que os comentado del climatizador, hay que añadirle otros, pero estos motivados en una ocasión por las inclemencias climatológicas, la persistente lluvia me despertó un día y otro el bullicio organizado por los invitados de una boda, ya que mi habitación al ser de esquina, caía justo sobre la salida del aparcamiento, aviso a navegantes, pedid que la habitación, no este en este lado del hotel, ya que al celebrar bodas, el trasiego de coches de madrugada está asegurado.
En el hall de la recepción hay varios espacios de ocio, que aprovechamos, el billar y el ajedrez, junto al bar, donde tomábamos una copa cada noche, el precio no es caro, pero al igual que en todos los hoteles, más elevado que en cualquier bar de los alrededores.
La piscina climatizada está bastante bien, aunque el agua podía haber estado más limpia, todas había actividades: Juegos, aquagym, etc., también había jacuzzi, y sauna. Las piscinas exteriores lógicamente no pudimos disfrutarlas, aunque si las vimos y estaban bastante bien, aunque creo que en verano cuando el hotel esté completo pueden ser insuficientes. De hecho todos los días nos facilitaron toallas en recepción, y el día de la boda se quedaron sin ellas, por los que tuvimos que bajar las de la habitación, eso sí luego en seguida nos las repusieron.
En cuanto al desayuno, bastante bien, el café aceptable, no como la leche caliente con un sabor realmente desagradable, por lo que yo cada mañana, mezclaba la leche fría con el café caliente para poder desayunar, supongo que la fría sería entera o de otra marca diferente porque el sabor es completamente distinto. El resto, como todos los buffets: Bollería, pan de todo tipo, embutidos, quesos, mermelada, mantequilla y fruta. El comedor es muy espacioso, pero como en el resto del hotel la iluminación es deficiente.
Conclusión: ¿Volvería o lo recomendaría? Si, pero sólo para turistas que lleven coche, y en temporada baja, en temporada alta el precio sube un montón y no creo que merezca la pena pagar más.
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