Cerveza recién elaborada (mientras ves cómo la hacen)
Entra en la Fábrica Maravillas justo a la hora que abre y notarás un tenue y dulce olor a fermentación. Es el cálido ambiente de bienvenida a una de las mejores cervecerías artesanales de Madrid (la otra, Naturbier, en la Plaza de Santa Ana, solo produce un par de cervezas y la decoración, a lo cervecería alemana, realmente me irrita). Durante el día, el maestro cervecero americano Dave trabaja su magia entre los depósitos de acero inoxidable que se pueden ver a través de las paredes de cristal. Por la noche, la fábrica se transforma en un bar, que se llena con una curiosa mezcla de frikis de la cerveza, gente guapa y de aquellos que han terminado su relación con la Mahou.