El metal convertido en cultura
La Fábrica siderúrgica de Völklingen estuvo en funcionamiento más de 100 años, desde 1883 hasta 1986, año en que fue cerrada. Sólo 8 años después fue nombrada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Con una superficie de seis hectáreas, fue la industria más importante de Völklingen, en el Sarre, y su cierre supuso el despido de miles de empleados. Con fondos de la Unión Europea se decidio su reconversión a centro cultural. Es la única siderúrgica de toda Europa Occidental y América del Norte que ha permanecido completa y original.
Hoy Volklingen es un vibrante centro cultural que me sorprendió a mi llegada con una fabulosa exposición llamada Generation Pop!, que cubría en amplitud la cultura pop desde los años 50 hasta la actualidad. También hay un café y un recorrido autoguiado de entre 2 y 3 horas por las antiguas instalaciones siderúrgicas, que te permite vislumbrar lo duras que debían ser las condiciones de trabajo en sus instalaciones.
Una parte del recorrido no es apta para gente con vértigo y te obligan a ponerte casco porque está lleno de tuberías y lugares donde tropezarte, sobre todo si, como yo, mirás a través del visor de una cámara casi todo el tiempo. Hay una proyección multimedia en alemán y en francés, y lugares que no me dio tiempo a visitar como el Ferrodrome, el centro de las ciencias del acero, y Paradise, un centro que busca fusionar la naturaleza con las instalaciones siderúrgicas, de 33.000m2 con 12 jardines temáticos.
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