Alicia Ortego
Fábricas de Seda
Fergana es un hermoso valle de Uzbekistán, camino de Osh y de la frontera con China. Es una zona "poco segura" para los extranjeros, ya que ha sido escenario de algunos conflictos en los últimos años, por eso pasamos por allí casi sin detenernos, una verdadera lástima.
Pudimos visitar, eso sí, las fábricas de seda que atestiguan la herencia de la Ruta de la Seda.
Aquí se cultiva, se hila, se tiñe y se teje este preciado material, que tanto prestigio tuvo desde la antigüedad. Ya los romanos se pirraban por conseguir piezas de seda para sus túnicas. Por supuesto, hablamos de los ciudadanos ricos, los que podían permitirse este lujo.
La seda venía de Oriente, aunque la mayoría de mercaderes no hacían todo el recorrido, sino que productos como este iban pasando de mano en mano, encareciéndose.
En estas fábricas se pueden observar en activo desde maquinarias de los tiempos de la Revolución Industrial (por lo menos, eso parecen), hasta telares de madera, más antiguos, pero aún en activo.
Un lugar al que volver, in sha'allah. :)
En estas fábricas se pueden observar en activo desde maquinarias de los tiempos de la Revolución Industrial (por lo menos, eso parecen), hasta telares de madera, más antiguos, pero aún en activo.
Un lugar al que volver, in sha'allah. :)
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