Faro de Cíes

El faro de las Islas Cíes, situado en el punto más alto de la Isla de Medio, monte Faro, fue inaugurado en 1853; su proyecto se aprobó en 1851 a raíz de una petición del consulado inglés de 1842 para instalar una luz de recalada en las islas Cíes que orientara a los vapores en la entrada a la ría de Vigo.

De 2º orden, y con 31 millas de alcance, su luz era blanca con eclipses cada minuto, y la lámpara era de aceite de oliva. En 1902 se acuerda su supresión, pero no se cumple la orden; en 1904 se cambia la luz por una de incandescencia por vapor de petróleo.

En 1931 se decide oficialmente la permanencia del faro y se cambia la característica a 2 y 4 destellos cada 10” con un alcance de 30 millas. El destellador de acetileno instalado en 1939 redujo el alcance a 29 millas, pero en compensación automatizó completamente el faro.

Rodeado de una estructura que parece una auténtica fortaleza.

La ruta al Faro de Cíes es la más larga y difícil de la isla, su duración es como de una hora y poquito y el camino no es muy en cuesta, por lo que es accesible para personas sin mucho fondo físico. Eso sí, mejor ir con calzado cómodo.

Es súper recomendable que te enteres bien de la hora del atardecer e intentes hacer coincidir esa hora con tu subida al faro, las vistas son realmente espectaculares ya que se trata del punto más alto de la isla.
Si subes a esta hora, el faro coje un color casi rojizo que parece que va a salir ardiendo, además, para subir hasta él, tienes que subir por el recinto casi amurallado que te da la sensación de estar subiendo casi a un castillo.

El faro de Cíes está en el extremo suroeste de la isla de Faro, y se encuentra en la mayor elevación de las islas, a 190 metros. Para llegar hasta el faro hay un camino que parte desde las cuatro casas de la isla, y tras 1.2 km andando llegaremos al faro.

El camino discurre al principio por un bosque de pinos y eucaliptos, y después ya empieza la subida en zig zag hasta el faro. Aquí tendremos algunas de las mejores vistas a las islas, así como a la bahía. El esfuerzo merece la pena.

Dicen que las mejores vistas de las Cies estan en el otro faro, el de Monteagudo, pero desde este

Una subida intensa pero asequible para todas las edades. Las vistas desde lo alto merecen la pena el esfuerzo. En días de sol no olvides echarte un poco de crema.

Para encontrarlo deberás adentrarte en sus magníficos caminos y andar como si del fin se tratase.

Faro de las Íslas Cíes