El faro de la Albufera
El único parque natural de Menorca, muy, muy cerca de Maó, esconde maravillosos paisajes agrícolas y caseríos, restos arqueológicos y lo que nos ocupa en este rincón, un paraje natural espectacular. El cabo que lo alberga, está socavado por una laguna interior que es todo exuberancia y naturaleza viva, por eso, al llegar a la punta donde se ubica el faro quedamos sorprendidos por el cambio de escenario.
Aquí se mastica la soledad sobrecogedora, el sol brilla sobre un suelo de pizarra casi negro y la sensación de aislamiento es casi insoportable.
Si no fuera por la cercanía del mar, podríamos pensar que estamos en otro planeta, en otro universo. Pero no, estamos en lo que se ha dado en llamar el finisterre menorquín, el final de la tierra balear. Caminamos por el sendero que de repente desaparece al entrar al recinto del faro y nos vemos obligados a seguir por la piedra ardiente que conforma el peñasco donde se levanta el complejo.