Faro de la ría de Avilés
El emplazamiento original pensado para este faro a la entrada de la ría de Avilés era la punta de la Horcada, lo que le otorgaba varios usos, como señalar el fondeadero de la Rogaríza y enlazarlo como luz de costa con el faro de Peñas, pero la punta de la Horcada está muy expuesta a los temporales y finalmente se eligió la punta del Castillo.
Se ilumina en 1863 por vez primera, con la apariencia de luz fija roja, lámpara de aceite de oliva y un alcance de 10 millas; en 1882 se sustituyó la lámpara de aceite por una de parafina.
Después de la Guerra Civil se electrificó y se le dotó de un juego de pantallas giratorias y un tambor dióptrico con pantalla de cristal rojo, lo que le dio una apariencia de luz blanca con sector rojo y ocultaciones cada 5”. El grupo de lentes de sector rojo se orienta hacia el NW de la óptica y tiene como finalidad señalizar los peligrosos bajos de Petón.