Faro Punta Galea
En un plazo de cien años, entre 1850 y 1950, se construyeron hasta tres faros en Punta Galea, que marca la entrada a la ría de Bilbao. Antiguamente se encendían hogueras para ayudar a la navegación, y en 1852 se inauguró el primer faro, en las ruinas del antiguo fuerte del Escarpe de la Galea, con una óptica de 4º orden y una lámpara de aceite de oliva, con un alcance de 10 millas.
La lejanía de la punta del cabo y las frecuentes nieblas motivaron la construcción de un nuevo faro en el extremo de Punta Galea, con un sistema acústico de aviso que consistía en la explosión de un petardo cada 5 minutos; fue un “sonoro” fracaso.
En 1927 se instaló una sirena antiniebla con una característica similar a la del propio faro, grupos de tres sonidos cortos cada 45”. Se electrificó en 1933.
En el terreno donde se ubicaba el faro se detectaron desprendimientos que afectaron al asentamiento del mismo, y se decidió la construcción del tercer faro a 180 metros, manteniendo la sirena antiniebla en el edificio del segundo.
La nueva torre tiene una altura de 8 metros y el plano focal está a 84 metros sobre el nivel del mar, con una óptica dióptrica-catadióptrica que le da un alcance de 22 millas.
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