Fernando de Noronha
Sin duda una archipiélago paradisíaco, donde disfrutar de la tranqulidad de la isla. El ambiente en sí es muy relajado y la gente muy sociable y sencilla. La preocupación por el medio ambiente de sus habitantes es excelente.
El acceso al turismo es restringido para no dañar la isla. No creo recordar ningún hotel, abundan las posadas donde alquilar un habitación y así evitar la construcción masiva de hoteles . Incluso las pequeñas tiendas están dentro de las posadas de los habitantes.
En los restaurantes compartes mesa con los lugareños. Esto le da aún un toque más especial de familiaridad .