Fiebre de Malta

A este lugar llegué por casualidad, pues, tras años de probar y conocer de todo tipo de cervezas nacionales, importadas y artesanales, creía que ya conocía todo. Un amigo me llevó, y lo que vi es que Fiebre de Malta innovó en la presentación del menú. Es un tipo de tarjetero, en donde te dicen las cervezas disponibles, si son de botella o barril, así como las opciones en que te las puedes tomar: botella, pinta, litro, medio litro y caña. Esto es lo interesante, pues en vez de verme obligado a medio litro de algún tipo de cheve, pude disfrutar de eso y cinco cañas para probar.

La comida es buena a secas, típica de pub, sabrosa y llenadora pero no extraordinaria.

No dejen de probar las palomitas de camarón, muy recomendables.