Recuperándome aún de las últimas fi...
Recuperándome aún de las últimas fiestas patronales de Barcelona. Más de una semana de actividades, pasacalles, espectàculos en la calle. Con un programa agotador, las fiestas de la Mercè se han convertido en una explosión de vida para una ciudad que ya de por si es una fiesta cada día.
Una buena manera de acceder a sitios y monumentos que normalmente se cobran o están cerrados al público. Una manera de olor el humo de los "trabucaires", la pólvora de los fuegos artificales, de degustar vinos de la región, de asistir a conciertos de todo tipo y para todos los gustos.
Ambiente