Donde crees que ya no cabe un alfiler,...
Donde crees que ya no cabe un alfiler, aún caben seis. Esa es la conclusión que extraje de mi viaje a Asturias para presenciar el descenso del Sella. Ignorante de mí, pensaba yo que iba a ser un fin de semana tranquilo, de contacto con la madre naturaleza y el sepulcral silencio. No me di cuenta de que quienes me proponían el fin de semana alternativo eran una panda de juerguistas innatos de los que Dios cría y ellos se juntan casi atraídos por imán a la fiesta, la nocturnidad alevosa y al ligoteo.
Así que en la fiesta de las piraguas, de interés turístico internacional, todo el perímetro festivo es ocupado por campistas que hasta casi ocupan las vías del tren.