Ese día conseguimos un restaurante que ...
Ese día conseguimos un restaurante que tenía vista a la Plaza de Armas de Cusco, en la que a las 12 todos empiezan a correr 12 vueltas. Había gente de cualquier lugar del planeta, aunque creo que con el alcohol que tenían encima y la tormenta torrencial no contaron bien todas las vueltas.
Igualmente era la locura total y la alegría era desbordante, una fiesta como nunca antes vimos, la gente corría y gritaba en todos los idiomas, mientras los cohetes explotaban a sus pies. Fin de año en Cusco es altamente recomendable y estoy muy felices de haber estado allá. No creó que las fotos puedan