Nuestra estancia en este precioso...
Nuestra estancia en este precioso pueblo duró solo un día y dos noches. Es uno de los lugares donde no me importaría estar un mes, pero el tiempo y el dinero no dan para más.
Pequeño pueblo situado en los confines del fiordo de su nombre. Esparcido por las laderas de las montañas, con apenas dos o tres hoteles, vive de las visitas que hacen los cruceros que van o vienen para visitar los fiordos y que en sus cortas paradas bajan para comprar recuerdos.
Personalmente nos consideramos agraciados por no estar sujetos a unos horarios bastante rigurosos y haber podido saborear de este majestuoso entorno aunque sólo unas horas más.
Al día siguiente de haber llegado, , por la tarde y después de la visita que ya he contado a Eidsdal y comer en un chiringiro a base de perritos y hamburguesas, nos dirigimos con el coche para observar desde lo alto todo el panorama que ofrece el pueblo como el fiordo. Resultó verdaderamente encantador.


