Un paseo inolvidable.
Un tranquilo paseo por Firostefani, uno de los poblados que cuelgan de la caldera de la majestuosa Santorini. Solo hay que ponerse en la situación: las tenuas y cambiantes luces del atardecer, las casas de impoluta arquitectura blanca, las iglesias con sus campanarios tradicionales, la suave brisa del Mar Egeo acariciando la piel, los cruceros destelleando a su lento paso por la isla y el sonido de una guitarra de fondo de los músicos que tocan libremente en el paseo. Acaso se puede pedir más...?