De Pisa fuimos a Florencia.
Cogimos un tren desde Pisa-Centrale hasta la estación de Florencia de Santa María Novella. El viaje no es muy largo y el billete se puede comprar directamente en la máquinas de la estación. Florencia es muy distinta a Pisa.
Pasamos de la tranquilidad de las callejuelas de Pisa a el bullicio de una gran urbe turística como es Florencia. Sus calles están repletas de turistas. Visitamos la piazza della Signoria con su palazzo Vecchio, la fuente de Neptuno y la reproducción del David.
También destaca el Baptisterio (estaba un poco estropeado ya que circulan muchos coches a su alrededor). Espectacular es la cúpula y el campanile del Duomo.
Sólo en el caso del Palazzo Piti, pudimos comprar la entrada directamente. Para visitar la Galleria dell'Academia (para ver el David) y la Galería de los Uffizi econtramos tanta cola que decidimos comprar el tique para el día siguiente y así ahorrarnos horas y horas de espera.
Me olvidaba de dos cosas. Primero el puente Vechio une las dos partes de Florencia separadas por el río Arno; y segundo, vale la pena cruzar el Arno y subir hasta la basílica de San Miniato al Monte. Allí hay un mirador espectacular que ofrece una gran vista de la ciudad.
Nosotros pasamos el fin de año en Florencia. Allí es típico celebrarlo con muchos petardos. Además, olvidaros de los taxis. Casi no circulan ese día. Tuvimos que volver a pie al hotel.


