En medio de la nada
Cerca, tan cerca que casi lo podemos tocar desde la habitación, se encuentra el Fosshotel Vatnajökull del glaciar del que toma el nombre. Sólo lo separa una infinita carretera y una enorme extensión de verdes pastos y algún que otro montoncillo de árboles.
De lo que no hay duda es de que es el perfecto lugar para el descanso, de que fue diseñado para integrarse en el paisaje de esta zona del sudeste islandés, para disfrutar de un entorno único y realmente espectacular.
Precedido de un extenso aparcamiento, el hotel de clara inspiración nórdica, recuerda un poco a los establecimientos de montaña que construyera en los años 60 la compañía Sheraton a lo largo y ancho de Estados Unidos, grandes espacios cubiertos de madera en el exterior combinados con acero y cristal, perfectamente sintonizados y camuflados con la Naturaleza que lo rodea.